miércoles, 29 de octubre de 2014

La queja del infractor

Tan solo unos días de precampaña en las primarias de IUCM han sido suficientes para descubrir el rostro del fariseo. ¿Fariseo? Bueno queremos decir personas que suelen “hacerse las locas cuando están entre locos”, o lo que es peor, las que aseguran conocer el precio de todas las cosas y sin embargo desconocen el valor de una sola.

Hace unos días, la candidatura de Mauricio Valiente y Tania Sánchez difundió un comunicado en el que pedía a la dirección de IUCM y a su coordinador, neutralidad en el proceso de elecciones primarias. Sugerían los firmantes, que unas declaraciones de Eddy Sánchez, explicando las razones que le han llevado a no concurrir en estas elecciones, o el impecable trabajo de la Secretaría de Comunicación, podrían condicionar el voto del afiliado/a y/o simpatizante.

En este agitado mundo de locura y cambalache casi nada sorprende, pero no conviene que circulen impunemente acusaciones como las lanzadas por Sánchez y Valiente. Una de las personas que las difunde acumula el mayor caudal de parcialidad y juego sucio que se recuerda en proceso electoral alguno. Reclama neutralidad la misma persona que vive en la pequeña pantalla día y noche y que es capaz de participar en varias televisiones a la vez. Todo un ejemplo de neutralidad respecto del resto de las candidaturas.

No faltará quien espete que su presencia en la vida tertuliana audiovisual es consecuencia de su real y potencial atractivo, que se ha ganado a pulso y de la que todos deberíamos sentirnos orgullosos, por tener una voz de IU en la selva televisiva. Craso error. Su presencia en las televisiones de Berlusconi o Lara tiene un origen distinto al que esgrimen sus voceros, y no quisiéramos entrar en detalles, no vaya a ser que nos adentremos en el barro. Pero lo que si vamos a rechazar es que sus opiniones sean las de IU, al menos las de IUCM. No. Sus opiniones son suyas, y si se nos apura, pertenecen al ampuloso mercado de la jerga popular y con frecuencia populista que tan buenos resultados rinden a otras fuerzas ajenas a IU.

Nadie debe permitir que quien más infringe la ética y la legalidad se presente en sociedad exigiendo neutralidad a los demás. Con frecuencia, las intervenciones televisivas de la aspirante, emulando actuaciones anteriores en asambleas y actos de IUCM, se detienen en su propia autopromoción. Hace 2300 años, uno de los más genuinos representantes de la llamada “Escuela Cínica” en la antigua Grecia, Diógenes de Sinope, advirtió que “El elogio en boca propia desagrada a cualquiera”. Debería tenerlo en cuenta la infractora y su acompañante.


jueves, 9 de octubre de 2014

Usura e Inquisición

El uso de las llamadas tarjetas opacas de Caja Madrid por parte de 83 consejeros, entre ellos los de IU, está levantando una densa polvareda, de la que irrumpen con frecuencia, no pocos inquisidores dispuestos a hacer justicia por todo el universo. Desgraciadamente, se lo han puesto fácil estos portadores de la usura, que sacrificaron honestidad y coherencia para sumar tarjetas y sobresueldos a unos ingresos ya millonarios. 

Lo diremos cuantas veces sean necesarias: la conducta de nuestros consejeros en Caja Madrid fue intolerable. La aceptación y uso de una tarjeta exenta de tributación al fisco, con una asignación anual escandalosa para gastos varios, en su mayoría ajenos a las exigencias del cargo, solo puede merecer nuestra radical desaprobación. Estamos convencidos, como ya adelantamos en la declaración de SomosIU, que estas personas no son dignas de militar en una organización que se siente orgullosa de sus valores y principios, como es IU.

Pero hace tiempo que cierta gente de la dirección federal y otros sectores de la organización andan desbocados tratando de convertir la censura de unos consejeros en un juicio sumarísimo a la Federación de Madrid. Con su habitual destreza intelectual sugieren cortar cabezas con la misma solvencia que manosean una guillotina. “Lo de las tarjetas de los consejeros de Caja Madrid tenían que saberlo sus amigos, sus vecinos, sus compañías más íntimas, los dirigentes de IUCM… y Ángel Pérez”. Son los guardianes de la fe, los cátaros del socialismo. Detrás de muchos de ellos se esconde un insoportable olor a naftalina, cuando no un depurado manual de malas prácticas.

La Federación de Madrid investigará lo sucedido en Caja Madrid/Bankia, depurará responsabilidades y tomará las medidas oportunas. No necesita de ningún hechicero dispuesto a sustituir la política por la brujería para “hacer justicia”. En SomosIU habita gente honesta y peleona, gente que no tolerará experimentos gaseosos con IU. Si contra alguna de las personas que militan en IU desde su fundación, muchas de ellas en SomosIU -justo cuando los intrépidos inquisidores jugaban a las canicas o aprendían a conducir vehículos pesados- son sometidos a la vara del inquisidor, venga de donde venga, se encontrará con algo más que una ‘digna oposición’. No hay entre los conocidos voceros del justicialismo súbito suficiente coraje y solvencia para alcanzar el primer escalón de la honestidad que atesora el patrimonio de SomosIU. 

martes, 7 de octubre de 2014

En defensa de la ética y la política

La información difundida por los medios de comunicación y certificada por la entidad financiera, que vincula 83 consejeros y directivos de Caja Madrid/Bankia con la disposición de importantes sumas de dinero a través de tarjetas de crédito, exentas de la correspondiente tributación fiscal, viene a confirmar las malas prácticas y el comportamiento deshonesto de algunas personas en su condición de integrantes de un órgano de gestión, gobierno o representación de la citada institución financiera. Y aunque, las situaciones tienen un patrón de conducta que debe explicarse en cada caso, creemos obligado detenernos en aquellas que nos afectan directamente como organización.

Toda persona llamada a ocupar un puesto de responsabilidad en una institución financiera que tuvo naturaleza jurídica de empresa pública o que necesitó de la intervención del Estado para sobreponerse a una situación de grave crisis estructural, debería cumplir con las exigencias de austeridad, honestidad y transparencia en el uso de los recursos que pone a su disposición la entidad. Conducta que debe serlo y parecerlo si hablamos de personas que pertenecen a los órganos de gobierno de la institución en representación de una formación política como Izquierda Unida. No estamos sugiriendo ningún ejercicio de desfasado dogmatismo moral; simplemente defendemos la ineludible necesidad de anteponer la conducta ética a la siempre aparente legalidad jurídica.

De lo ya conocido en el uso de las llamadas tarjetas opacas de Caja Madrid/Bankia, y a expensas de lo que, con seguridad, se irá revelando en los próximos días, SomosIU realiza una primera y rotunda conclusión: por su naturaleza, esa tarjeta nunca debió ser facilitada por Caja Madrid/Bankia, porque ni respondía explícitamente a la categoría de “gastos de representación” obligada a tributar con el tipo legal establecido, ni demandaba de sus beneficiarios la justificación de movimientos y gastos que llevaban a cabo con la tarjeta. Por si fuera poco, algunos de los movimientos observados difícilmente pueden atribuirse a gastos de representación; más bien cabe calificarlas como verdaderos sobresueldos, a modo de intolerable prebenda, si tenemos en cuenta que complementaban los ya generosos ingresos de sus titulares. Los usos dados a estas tarjetas, en algunos casos, constituyen una afrenta a la ciudadanía, y no hace falta decir que las cantidades económicas dedicadas a los mismos deben ser reintegradas.

Por tanto, siendo la primera responsabilidad la de quienes al frente de la entidad financiera decidieron poner en circulación esta tarjeta, no quedan exentos de merecer nuestra radical desaprobación y censura, quienes se beneficiaron de la misma y de manera singular, las personas que representaban a IU.

Que nadie se equivoque. No nos anima ninguna vocación de participar en la cruzada contra las políticas públicas o de arremeter indiscriminadamente contra los partidos políticos; sí, la de impulsar un radical proceso para depurar responsabilidades y contribuir a regenerar la vida interna de las formaciones políticas y la salud de la propia democracia. Alguien en nombre de nuestra organización ha actuado con impunidad y mala fe, atribuyéndose unas competencias que no tenía. En consecuencia, creemos que las personas cuya conducta aquí censuramos no pueden formar parte de una fuerza política como IU, de cuyo proyecto, organización y valores nos sentimos orgullosos.